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Voces expertas afirman que una de las mejores formas de luchar contra diversos tipos de fraude, como el de la venta de viviendas protegidas, o el “afeitado” de kilómetros en vehículos de segunda mano, pasaría por tener un registro único y actualizado, donde los distintos actores pudiesen registrar y consultar de forma veraz y segura los datos clave en cada tipo de transacción.

LUIS MEIJUEIRO (CTIC) 17 ABR 2017

En nuestro anterior artículo “¿Qué es el “blockchain” del que todo el mundo habla?” contábamos cómo una blockchain (o cadena de bloques) se puede emplear para guardar información clave sobre transacciones relevantes para determinados procesos de negocio. Y que para ello emplea un registro distribuido, descentralizado y sincronizado entre todas las partes o usuarios del sistema, algo muy diferente del uso de bases de datos tradicionales. Otra característica comentada era la de poder ofrecer un adecuado equilibrio entre seguridad y transparencia. Pero además una blockchain aporta una característica fundamental para luchar contra el fraude: hace imposible deshacer o reescribir lo ya registrado.

Así pues utilizar una blockchain parece casar bien con los requisitos de esos registros antifraude a los que hacíamos referencia. Y con la ventaja de reducir o evitar intermediarios que den confianza entre las partes, mejorando con ello la interoperabilidad, escalabilidad y, en definitiva, haciendo posible un ahorro de costes en los sistemas técnicos habitualmente necesarios.

CarTrustChain, nuestra primera aplicación distribuida (Dapp) desarrollada para blockchain, y uno de los dos pilotos del Proyecto BCCB, puede emplearse para prevenir el fraude en los cuentakilómetros de los vehículos. Con dicha aplicación el propietario del vehículo, un tercero autorizado (como una ITV, su taller habitual, o el perito del seguro), o incluso el propio vehículo (si es uno “conectado”, con acceso a Internet y un hardware adecuado), pueden en cada momento clave de la vida útil del vehículo (mantenimientos, ITV, peritaje, transferencia/venta, etc.) dejar constancia de los kilómetros que lleva acumulados en ese registro inviolable y disponible en Internet que ofrece la infraestructura blockchain.

Captura de pantalla inicial de la dapp CarTrustChain desarrollada por CTIC

Captura de pantalla inicial de la dapp CarTrustChain desarrollada por CTIC

 

Desde el punto de vista técnico la fortaleza de esta aplicación reside en sus "contratos inteligentes" (smart contracts en inglés), un conjunto de instrucciones de código que se ejecutan sobre la blockchain. La representación digital del vehículo en blockchain queda vinculada al registro de todas las operaciones que le van afectando y su kilometraje mediante uno de estos contratos, que regula quién y cómo puede interactuar con la información de dicho vehículo en el sistema.

La naturaleza de la blockchain otorga inmutabilidad e inviolabilidad a la información guardada, algo que como sabemos no ocurre con el odómetro del propio vehículo, que es susceptible de ser manipulado y rebajado. Por otro lado los contratos inteligentes controlan la lógica de todas las posibles operaciones: desde los usuarios autorizados a registrar datos, el momento en que pueden hacer el registro, o la consulta del histórico de eventos de un vehículo, su transferencia de propietario, y cualquier otra interacción entre los datos del registro en la blockchain y los usuarios.

Esta combinación de blockchain y smart contracts es altamente beneficiosa, pero además el carácter distribuido de la red blockchain, y por tanto de cada contrato inteligente, hace que la Dapp sea ubicua, y esté accesible en todo momento, pues prescinde de la dependencia de servidores específicos que requieren las aplicaciones convencionales.

Con todas sus bondades, una crítica que podríamos estar tentados de hacer al funcionamiento de CarTrustChain es que no parece evitar que el propietario del vehículo pueda falsear los kilómetros del mismo, ya que puede introducir la información que desee. Ahora bien, para mantener su engaño también tendría que convencer al resto de usuarios autorizados (ITV, talleres, etc.) para mentir igualmente, y de una forma consistente con los registros previos, ya que nuestra dapp evidenciará cualquier inconsistencia.

Como apuntábamos antes, una alternativa sería diseñar (junto con los fabricantes de vehículos) algún dispositivo IoT seguro que implantado en el vehículo lo habilite para registrar en la blockchain la distancia que lleva recorrida. Por ahora ya hemos preparado nuestra dapp para que haga una lectura de los kilómetros del “connected car”, rellenando con ellos el campo que el usuario proporciona manualmente.

 

Captura de pantalla del registro de kilómetros en la dapp CarTrustChain

Captura de pantalla del registro de kilómetros en la dapp CarTrustChain

CarTrustChain facilita un análisis del histórico de datos registrados, mostrando en una gráfica cualquier “anomalía” o registro “sospechoso”, por comparación con la historia previa del propio vehículo y con la media general para un mismo período y país (según datos publicados en este estudio de la Comisión Europea sobre el mercado de automóviles de segunda mano).

 

Captura de pantalla de la información sobre un vehículo en la dapp CarTrustChain

Captura de pantalla de la información sobre un vehículo en la dapp CarTrustChain

En una operación de compraventa, donde el comprador use CarTrustChain para revisar el historial del vehículo, cualquier anomalía observada debería ponerle en guardia, y hacerle comprobar con el vendedor la veracidad de los datos mostrados, por ejemplo solicitándole facturas u otros documentos que corroboren el kilometraje. Una negativa a ello, o la inconsistencia entre los documentos aportados y la información registrada en la blockchain, puede confirmarle el riesgo de ser víctima de un posible fraude.

Para cada vehículo registrado desde la dapp se genera un código QR que puede emplearse para acceder directamente a la consulta de los últimos kilómetros registrados para el vehículo. Por ejemplo, un portal o publicación de anuncios de vehículos de ocasión podría mostrar, entre la información de cada vehículo, su respectivo código QR CarTrustChain, para que un potencial comprador solo tenga que escanearlo con su teléfono móvil para comprobar el historial del vehículo. Con ello los vendedores adheridos a este sistema ofrecerían un plus de confianza que les puede dar una ventaja competitiva sobre el resto.

Ejemplo de anuncio para web o revista en papel que usa los códigos QR de CarTrustChain

Ejemplo de anuncio para web o revista en papel que usa los códigos QR de CarTrustChain

En nuestro horizonte está iniciar algún tipo de colaboración con concesionarios y empresas dedicadas a la compra-venta de vehículos, a su reparación, y autoridades de control, entre otros actores clave, para que prueben CarTrustChain en un entorno controlado, a fin de adaptar mejor la dapp a su realidad. En este sentido la empresa asturiana New Cars Asturias ya ha mostrado su interés en comprobar las ventajas que blockchain puede aportar a su negocio.

Como vemos la combinación de tecnologías de blockchain, junto con técnicas de análisis de datos, posibilitan el desarrollo de sencillas pero potentes aplicaciones que permiten a una mayoría de usuarios, honestos y precavidos, colaborar en red conformando una solución antifraude muy sólida.

 

 

Desde el inicio de 2016 en CTIC estamos desarrollando el proyecto BCCB, un campo de experimentación para las tecnologías de blockchain, por lo que si está interesado en conocer más detalles sobre las posibles aplicaciones de esta importante innovación, y cómo enfocarlas, puede contactar con nosotros.

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