La instalación fotovoltaica de autoconsumo colectivo puesta en marcha por CTIC en el año 2023 en el marco del proyecto “Aldea 0”, pionera por su concepción y ubicación en el medio rural, y que buscaba convertirse en demostrador del potencial de este tipo de instalaciones en contextos rurales, se está convirtiendo en un espacio de experimentación con repercusión más allá del ámbito local.
Esta infraestructura, ubicada en CTIC RuralTech, en el Valle de Peón (Villaviciosa), es un laboratorio vivo que permite ensayar, en un territorio real, soluciones avanzadas para mejorar la autonomía energética, la gestión de datos y la resiliencia del medio rural.
Compuesta por 100 paneles solares que suman 45 kWp, su diseño combina 68 paneles conectados directamente a la red mediante un inversor de 20 kW y otros 32 paneles dedicados a alimentar un sistema de baterías con 50,16 kWh de almacenamiento. Es esta configuración híbrida la que le permite suministrar energía limpia las 24 horas del día, dando respuesta a las necesidades de un entorno rural donde la flexibilidad y la autosuficiencia energética son claves.
Este despliegue ha permitido consolidar un modelo de autoconsumo colectivo en el que participan la escuela rural de Peón, la propia sede de CTIC RuralTech y cinco viviendas ubicadas en sus proximidades, con una distribución energética basada en coeficientes de reparto altamente detallados que garantizan transparencia y un aprovechamiento equitativo y optimizado de la energía generada localmente. Es un ejemplo real de cómo las comunidades rurales pueden organizarse para reducir costes, ganar autonomía y avanzar hacia un modelo más sostenible y resiliente.
Transición energética europea

La singularidad técnica y organizativa de la comunidad energética de Peón ha permitido su integración en cinco proyectos europeos centrados en acelerar la transición energética. En DR-RISE se estudia el impacto de la participación activa de los usuarios en la gestión de la demanda; en GLocalFlex se ensayan mercados de flexibilidad que permitirán que comunidades como la de Peón puedan participar en servicios avanzados del sistema eléctrico; en Tenclave se trabajan tecnologías para el tratamiento seguro y descentralizado de datos mediante herramientas como FHE, ZKP o blockchain; en Data Cellar se contribuye a la creación de un espacio europeo interoperable de datos energéticos; y en Moderate se exploran mecanismos para el intercambio seguro de datos entre diferentes agentes del sector mediante IA, aprendizaje automático, IoT o tecnologías DLT.
Autogestión de recursos
El Valle de Peón se ha convertido así en un nodo estratégico dentro del mapa europeo de innovación energética. No se limita a producir energía renovable, sino que experimenta con tecnologías digitales avanzadas que permiten optimizar su gestión, y genera conocimiento exportable a otras comunidades y territorios rurales de Europa. Su valor reside en demostrar que la transición energética no depende únicamente de infraestructuras o tecnología, sino también de la capacidad de una comunidad para organizarse, compartir y gestionar sus propios recursos.

La comunidad energética de Peón es un demostrador único en España por su composición y emplazamiento en un entorno rural donde se prueba, se aprende y se impulsa el futuro energético para construir territorio. Un espacio que muestra que la transición energética puede construirse también desde las aldeas, aportando soluciones innovadoras que trascienden lo local y contribuyen al avance colectivo europeo hacia un modelo más sostenible, inteligente y resiliente.