Pasar al contenido principal

Suicidio. Un término que se intenta evitar, un tema tabú, un problema que nos parece lejano o, como mínimo, un problema que nos parece ahora quizá “secundario” con todo lo que tenemos encima. Pero… ¿y si echamos un ojo a las estadísticas? Según la Organización Mundial de la Salud, el suicidio es responsable de más de 800.000 muertes anuales, lo que equivale a un suicidio cada 40 segundos, siendo la segunda causa de muerte en la población entre 15 y 29 años. Las cifras son más alarmantes cuando conocemos que por cada suicidio, 25 personas realizan un intento de suicidio y muchos más tienen ideas suicidas.

Pero aún con estos datos en la mano quizá sigamos reticentes a admitir que es algo que nos puede llegar a afectar; podríamos pensar que será cosa de otros países… Seguimos recabando datos y nos encontramos con que los últimos datos del Observatorio del Suicidio en España nos indican que en nuestro país en 2018 han fallecido por suicidio 3.539 personas (10 personas al día; una cada dos horas y media).  Pero en Asturias, en nuestro “Paraíso Natural” esto no puede pasar ¿o sí? Efectivamente, y para nuestra desgracia, dicho Observatorio sitúa a Asturias como la comunidad autónoma a la cabeza de España con una tasa de 11 suicidios por 100.000 habitantes, seguida de Galicia con 8,78 (siendo la media nacional de 7,25). 

tasa suicidios comunidad

Tasas de suicidios total por 100.000 habitantes y CC.AA., 2018 (Fuente: Observatorio del Suicidio en España)

De acuerdo, podemos aceptar que tenemos un problema… ¿cuáles son sus causas? Ésta es la gran pregunta… para la que no hay una respuesta fácil.  El suicidio es un fenómeno complejo de origen multifactorial, que no se puede atribuir a una sola causa concreta, en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales.

¿Podemos evitarlo? ¿Cómo? Los expertos entienden el suicidio como un hecho prevenible, siendo cruciales tanto la identificación temprana de los pensamientos y conductas suicidas como el cuidado eficaz de las personas en riesgo. Hemos llegado al punto clave: la prevención.  

Para tratar de concienciar de hasta qué punto la prevención es fundamental, se celebra desde hace unos años el Día Mundial de la Prevención del Suicidio cada 10 de septiembre, jornada promovida por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio. El lema de la jornada de este año es “Trabajando juntos para prevenir el suicidio”; lema que describe a la perfección que la colaboración es el ingrediente esencial para la prevención del suicidio y donde todos tenemos un papel decisivo.  

Como entidad preocupada por los retos sociales que afectan al territorio, CTIC ha colaborado en la creación de una herramienta tecnológica en el ámbito de la prevención del suicidio. Se trata de un sistema experto que apoya la decisión clínica de los profesionales sanitarios en la detección temprana de posibles conductas suicidas o autolesivas. Esta colaboración se ha desarrollado en el proyecto BOSCO1 , proyecto promovido por la PYME asturiana Tesis Medical Solutions, dedicada a la creación de diferentes soluciones en el ámbito de la telemedicina. El rol de CTIC en dicho proyecto es el de crear un modelo predictivo que permita conocer con antelación el riesgo de una conducta autolesiva o suicida ante un caso particular que deba ser evaluado.
Dicho modelo tiene en cuenta una serie de variables de diversa índole:

  • Variables clínicas: se trata de un conjunto de factores muy complejo usado por los profesionales sanitarios para evaluar diferentes aspectos del paciente. Algunas de ellas son: histórico de medicación, antecedentes familiares de suicidio, tentativas previas, cuestionario inicial MINI de valoración del riesgo suicida…
  • Variables demográficas: las características y el entorno del paciente cobran un papel fundamental por lo que se tienen en cuenta aspectos como la edad, sexo, estado civil, convivencia, situación laboral…
  • Variables psicológicas: se incluyen aquí otros aspectos que pueden tener relación con el bienestar psicológico del paciente.

Con ayuda de esta información, se ha desarrollado un modelo predictivo que permite identificar adecuadamente a aquellas personas en riesgo de tendencia suicida, pudiendo implementar así una intervención clínica de forma temprana y maximizando sus beneficios. Adicionalmente, a nivel de gestión sanitaria, este modelo evita el diagnóstico de personas que, realmente no presentan riesgo, optimizando los recursos disponibles y destinándolos con prioridad a la población con necesidades reales específicas.

El modelo por sí mismo no conseguirá ser de utilidad si no se integra en los servicios de salud, donde pueda servir de apoyo a los profesionales sanitarios. Y para ello es necesario disponer de políticas y protocolos específicamente diseñados para el ámbito del suicidio. 

España no presenta actualmente un protocolo común y estandarizado en este ámbito, siendo las propias Comunidades Autónomas las que han optado por diseñar medidas de prevención e intervención individuales, estandarizadas o puntuales. 

suicidio

Sin embargo, Asturias es una de las tres comunidades que cuenta con un protocolo estandarizado, denominado el “Protocolo de detección y manejo de caso en personas con riesgo de suicidio”, vigente desde 2018. Dicho protocolo se centra en el establecimiento de procedimientos de actuación dirigidos a los ámbitos del sistema de salud que presentan una mayor implicación en la detección y manejo de las personas con riesgo suicida: los servicios de salud mental, los centros de atención primaria y los servicios de urgencias hospitalarios.

Una gestión eficaz de este tipo de conductas es fundamental, ya que los intentos de suicidio dan como resultado una carga social y económica significativa para las personas, las familias y la sociedad, debido al consumo de los servicios de salud, el impacto psicológico y social de esta conducta en la persona y su entorno próximo y, en ocasiones, la discapacidad a largo plazo debido a lesiones consecuencia del intento suicida.

El proyecto BOSCO se encuentra en su recta final y arroja resultados muy prometedores: conseguirá proveer a cada profesional sanitario de una herramienta que, basada en múltiples fuentes de información, le facilite la toma de decisiones clínicas; influyendo así directamente sobre la salud y seguridad del paciente.

Desde CTIC hemos aportado nuestro granito de arena para ir un paso más allá en la prevención del suicidio y de las posibles conductas autolesivas; un problema que, como hemos visto, nos afecta a todas y todos.

Sonia García

-Unidad de Bienestar y Envejecimiento Activo-

CTIC Centro Tecnológico

 

[1] Proyecto desarrollado por TESIS Medical Solutions, con la colaboración con CTIC Centro Tecnológico, financiado por la Unión Europea, a través del FEDER, y por el Principado de Asturias, a través del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2018-2022. Proyectos de I+D en el Principado de Asturias 2018 (Programa RIS3-Empresa).

TAGS