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El Pleno del Parlamento Europeo aprobó el 31 de mayo de 2018 una resolución para mejorar el actual marco legislativo de cara a proteger más eficazmente a los consumidores europeos contra el fraude del cuentakilómetros, el popularmente conocido como “afeitado” del vehículo.

Esta práctica, consistente en rebajar sustancialmente los kilómetros indicados por el odómetro manipulándolo técnicamente, llega a afectar hasta al 12% de los vehículos anualmente vendidos en cada país y hasta al 50% de los vendidos en otro país comunitario. Suele hacerse en los primeros años de vida del vehículo, entre el final de su garantía y justo antes de pasar la primera ITV, y tiene como fin aumentar el beneficio del vendedor entre 3000 y 4000 EUR de media.

BlocChain

El comprador sufre un importante perjuicio económico (una estafa), pero además supone un riesgo para la seguridad vial y la calidad del aire, pues se oculta el verdadero desgaste mecánico sufrido y, posiblemente, muchos componentes no se revisen de forma adecuada, y hasta fallen de forma totalmente imprevista para el nuevo propietario.

La reciente resolución del Parlamento Europeo incluye una serie de recomendaciones que la Comisión Europea deberá convertir en propuestas legislativas, de forma que los consumidores puedan finalmente confiar en el kilometraje de los vehículos usados que compran. Entre dichas recomendaciones hay algunas que afectan a la mejora por parte de los fabricantes de la seguridad en los sistemas informáticos del vehículo, para dificultar o impedir su manipulación, mientras que otras medidas abordan mejorar el intercambio de información sobre vehículos entre países, así como un acceso seguro y confiable a la misma por parte de particulares, empresas e instituciones.

En este sentido el Parlamento Europeo destaca la idoneidad del empleo de tecnologías blockchain, mencionando explícitamente como ejemplo de buena práctica la aplicación distribuida CarTrustChain desarrollada desde Asturias por CTIC Centro Tecnológico, habiendo contando para ello con cofinanciación de la Comisión Europea destinada a proyectos de innovación.

Pero que dicha aplicación blockchain haya acabado citada en textos oficiales de nada menos que el Parlamento Europeo no es fruto de la casualidad, sino del actual contexto histórico-técnico que hace que diversas instituciones públicas tengan a las tecnologías blockchain bajo su radar, pero sin embargo encuentran pocas aplicaciones verdaderamente prácticas y funcionales en las que poder fijarse. Por ello es conveniente recapitular y ver qué ha sucedido en los últimos tres años relacionado con la aplicación de blockchain en el sector del automóvil.

En marzo de 2016, tres meses antes de que la DGT anunciase su intención de implantar un registro con el historial de averías y reparaciones de vehículos, el equipo blockchain de CTIC ya tenía en mente la creación de una aplicación para gestionar cierta información sobre vehículos mediante el registro distribuido que provee el protocolo blockchain. Así en julio de ese mismo año CTIC desarrolló una sencilla prueba de concepto que validó internamente, constatando la idoneidad del caso de uso y de las tecnologías propuestas.

Medio año después, en octubre de 2016, el gigante Ericsson valoraba emplear tecnologías propietarias de la empresa GuardTime (Estonia)  para aplicarlas a la trazabilidad y seguridad del software y datos de los vehículos. También en ese mismo mes tuvo lugar la Conferencia Internacional sobre Políticas Contra el Fraude de los Cuentakilómetros organizada por Car-Pass (Bélgica).

Entrados en 2017, CTIC completa en febrero de dicho año una primera versión totalmente funcional de la aplicación CarTrustChain sobre la red pública Ethereum y, tras someterla a diversas pruebas, la presenta públicamente al mes siguiente, ante una audiencia diversa de empresas y administraciones públicas, incluyendo asociaciones de talleres y organismos de control que ensalzan la novedad y viabilidad de la propuesta.

Paralelamente en febrero de 2017 Daimler AG ingresa en el consorcio Hyperledger expresando su intención de aplicar blockchain en su cadena de suministro, en los servicios digitales a clientes, y hasta para sus instrumentos financieros. Al poco, en marzo de 2017, Innogy SE en colaboración con Volkswagen Financial Services (VWFS) proponen en un hackfest de BigchainDB una idea denominada “Car Pass”, de fin similar a la aplicación CarTrustChain ya desarrollada por CTIC. Coincidentemente en marzo de 2017 también Bosch presenta en Berlín junto con TÜV Rheinland una prueba de concepto también para combatir el fraude del cuentakilómetros. Y es que en el Bosch Internet of Things and Services Lab, una cooperación entre el Grupo Bosch, la Universidad de San Galo (Suiza) y la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, estaban desarrollando un proyecto piloto que usaba un dongle bluetooth en un vehículo para enviar sus datos a un ordenador portátil, que los almacenaba en un servicio de base de datos cloud (Amazon DynamoDB) y simultáneamente registraba un hash de dichos datos en la blockchain de Ethereum. Aunque pueda parecer sencillo, obtener la lectura de los kilómetros vía dongle no es fácil, ya que depende tanto del propio dongle como de la marca y modelo específico del vehículo. De hecho uno de los investigadores del proyecto nos comentó que estaban trabajando con Bosch en la fabricación de su propio dongle con la intención de poder demostrar su piloto a una gama mayor de automóviles.

En abril de 2017 CTIC realiza un importante esfuerzo para divulgar la aplicación CarTrustChain y su potencial entre empresas del sector, como talleres y compraventas, concesionarios, asociaciones de automovilistas y consumidores, y autoridades de control como ITVs o la propia DGT. También prepara su presencia en la primera edición del Connected Hub, un espacio propio dedicado al coche conectado, dentro de la edición de ese año del Automobile Barcelona, una de las ferias del automóvil más importantes de la península con presencia de multitud de fabricantes del sector. Uno de ellos, Porsche lanza en el mes de abril de 2017 su primer concurso de innovación para startups en blockchain, que finalmente ganó XAIN (Berlín) y con quien Porsche empezaba a idear sus primeros prototipos de aplicación ya entrados en 2018.

Al mes siguiente surgen otras propuestas, como “Car eWallet” para realizar pagos con criptomoneda en estaciones de recarga de vehículos eléctricos, una propuesta conjunta de ZF, UBS y el Innogy Innovation Hub.  Por su parte el Toyota Research Institute se alía  con Oaken Innovations y el MIT Media Labs con el fin de realizar conjuntamente proyectos blockchain para vehículos, mientras que aquí en España la empresa Indra publica una nota de prensa que incluye ejemplos posibles de blockchain como su uso para la “certificación del historial del vehículo usado”.

En junio de 2017 CTIC plantea un caso de uso win-win donde explica cómo mediante el empleo de CarTrustChain se puede contribuir a mejorar la calidad del aire de nuestras ciudades, e incluso, promover la economía local. Un mes más tarde Renault junto con Microsoft y VISEO anuncian que están trabajando conjuntamente en la creación de un libro de mantenimiento del vehículo basado en blockchain. También en Francia surgirá a finales del mismo año la start-up Certificare con similar objetivo y dirigida a los profesionales del sector.

Ya en octubre de 2017 CarFix y Qiwi Blockchain Technologies se unen para desarrollar Vehicle Lifecycle Blockchain y, en noviembre, lanzar una ICO y el VLB Token. Probablemente ésta sea una de las primeras ICO relacionadas con el sector del automóvil, a la que siguieron otras como UservicecarVertical y CarData.

Y en el 2018 tenemos a Ford patentando un sistema de gestión cooperativa del tráfico donde los vehículos intercambian información entre sí y emplean un token, por ejemplo para “comprar” preferencia de paso, y también a importantes empresas tecnológicas como HP intentandocrear servicios basados en tecnología blockchain para la industria del automóvil, centrados en explotar de alguna forma la plétora de datos que los sensores de un vehículo generan durante su vida útil.

Finalmente, como ya sucedió en sectores como el de la banca (R3) o el de la energía (Energy Web), varias empresas del sector automovilístico, entre ellas fabricantes como BMW, General Motors, Renault, Bosch junto con consultoras de la esfera cripto-tecnológica, anunciaron a principios de mayo el lanzamiento del consorcio Mobility Open Blockchain Initiative (MOBI) para promover la introducción de tecnologías blockchain en su sector. Mientras, en España cuatro empresas asociadas al consorcio Alastria anunciaron su propia iniciativa relacionada con el ámbito de la movilidad.

Actualmente CarTrustChain ya no es la única aplicación para blockchain del sector de la automoción que registra y comparte información relevante sobre un vehículo. Pero sí fué una de las primeras (febrero 2017) que demostró la viabilidad del empleo de las tecnologías blockchain para resolver un problema real, que afecta a millones de personas y sus vehículos. También se diferencia de otras en que CarTrustChain es una aplicación totalmente funcional y adaptada a la naturaleza distribuida y pública de este tipo de protocolo, al utilizar una blockchain pública (de Ethereum).

Sea como sea, con este tipo de aplicaciones distribuidas los propietarios de vehículos y demás implicados honestos pueden unirse en una red global de información veraz sobre vehículos para protegerse mejor de los estafadores. Ahora solo hace falta darles el impulso necesario para ganarse a las masas.

(Nota: una versión similar, si bien algo acortada, de este artículo fué publicada en el número 7 del magazine online AgoraChain https://agorachain.org/project/agorachain-magazine-7/ )

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